Seguramente todos los adamuceños habrán oído hablar de este lugar del termino municipal e incluso un número importante de personas por distintas circunstancias lo conocerán.

Haciendo averiguaciones sobre el nombre, no se encuentra la palabra Sambucón en diccionario de la RAE, pero conociendo el sentido que se da a la palabra Zambucar de verter algo con fuerza contra otra o en otra, podríamos pensar que el nombre verdadero podría ser Zambucón, ya que lo que ocurre en aquel lugar, es que las aguas del río Varas entran en un estrecho desfiladero de piedra, en el que hay un descenso importante de cota, produciendo en los momentos de mayor corriente, una gran velocidad en el agua y un estruendoso ruido.
Referente a San Torcaz podría tener alguna relación con San Fray Luis de San Torcaz, que estuvo en el Convento de San Francisco del Monte, realizando vida eremítica en una de las cuevas de los alrededores del mismo. De Adamuz pasó al convento de Santa Eulalia de Marchena en Sevilla y de allí fue destinado para la realizar labores de evangelización a la isla Canaria de Fuerteventura, donde se le atribuyen algunas acciones milagrosas entre ellas la de identificar el lugar donde se hallaría la imagen de Nuestra Señora de la Peña de Fuerteventura. Pero todo esto son conjeturas.

La primera referencia histórica que conocemos de este lugar nos la da D. Luis María Ramírez y las Casas-Deza en su obra Corografía histórico-estadística de la provincia y obispado de Córdoba, impresa en el año 1840. En ella, en la parte que describe la red hidrográfica de Adamuz dice: «Entre norte y poniente, a dos leguas y media de la villa corre el río Varas en el que se halla una profundidad inmensurable conocida con el nombre de Sambucón de S. Torcaz.»

Cinco años después, Pascual Madoz en su «Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, copiando muchos de los datos de Ramírez de las Casas-Deza, dice: «Hacia el NO a 2 1/2 leguas de la villa el llamado Varas en el que se halla una profundidad inmensurable conocida con el nombre de Sambucón de S. Torcaz.»
Como vemos, la descripción que se hace en ambas obras es escueta y además el informante local, del que se servían para la realización de este tipo de publicaciones, no debió de conocerlo. El error sobre la descripción se traspasa a la publicación realizada en el año 1896 por D. Gabriel Puig y Larraz, ingeniero de minas, denominada «Cavernas y Simas de España» en la que dice lo siguiente:
«Adamuz.- Sambucón de San Torcaz.- No hemos podido determinar ciertamente á que se refiere este nombre por las descripciones que del sitio se hacen en el Diccionario geográfico de Madoz, pero pareciéndonos a lo que más se asemeja es á la de una sima, señalamos el paraje á dos leguas y media al NO de la villa, en las márgenes del arroyo Varas. – Itinerario – Caminos vecinales; tres casas de huéspedes, dos fondas – Ter G. Calizas cambrianas? – Bibl. Madoz, Dic. Geogra.»

Aunque ni los orígenes del nombre están claros, ni las referencias bibliográficas dan pistas sobre lo que realmente es, el Sambucón de San Torcaz es un lugar de singular belleza en el que el río Varas corre encallejonado entre dos paredes de piedra que hace que en los momentos de más caudal provoca un atronador ruido, hecho que que seguramente llevó a mitificarlo.

Otro motivo a destacar es el colorido azul y gris de la roca caliza que le da una singular belleza. Azulado en las zonas más expuestas al paso del agua y gris en la parte superior.

En las zonas en las que el agua no llega con normalidad el musgo coloniza las rocas y les da una bella tonalidad verde.

En la cara de umbría del Sambucón se dan también una gran concentración de helechos, planta poco frecuente en el cálido clima de Sierra Morena.

En la parte superior de la montaña se encuentra una densa mancha de especies del bosque mediterráneo entre las que destaca el acebuche.

Dentro del recorrido hay muchas pequeñas cascadas que lo hacen especialmente atractivo.


En los momentos de mayor caudal el agua puede subir entre seis y siete metros del nivel que se aprecia en las imágenes, esta circunstancia es fácilmente identificable por los restos que deja la riada en las orillas.



Pasada la temporada de lluvias el río se remansa y cuando llega el verano el agua queda reducida a aquellas pozas que tienen mayor profundidad.
Como habrás podido comprobar, el Sambucón de San Torcaz es un magnífico paraje adamuceño que merece la pena visitar. No obstante, si decidís llegar a él, haceros acompañar de una persona que conozca los accesos, porque si no el recorrido será de gran dureza. Si quieres conocer más visiona el siguiente vídeo: